Sin embargo, al Dr. Fones se le ocurrió otra interesante idea, entreno a su prima y entonces asistente Irene Newman para realizar este delicado trabajo, enseñándole conceptos de la odontología básicos, así como técnicas de limpieza y pulido dental.
La visión del Dr. Fones se centraría más en la importancia de la prevención insistiendo que el 80% de todas las operaciones dentales podrían ser evitadas y que la práctica de la odontología se ocuparía más en un tema de salud y no de enfermedad.
Fue en el año de 1907 que Irene Newman realizo los deberes de lo que el Dr. Fones llamo de manera no oficial “higienista dental”, para ese tiempo la idea de acudir al dentista regularmente para limpiarse los dientes era un tanto extraña y fue tanto criticada como apoyada por varias personas, esto llevo al Dr. Fones a crear una escuela con el objetivo de instruir a sus estudiantes para esta delicada tarea.
Antes de conocerse la figura del higienista dental oficialmente y como hoy en día se conoce, se había analizado la importancia de contar con la ayuda de una “enfermera dental” para realizar labores de profilaxis de la superficie dental, pero el Dr. Fones consideraba inadecuado este término debido a sus propios principios, ya que consideraba que el término “enfermera dental” estaba más relacionado con la enfermedad y que la función del higienista dental estaba completamente ligada en la salud y la prevención de la enfermedad.